¡Hola, Yoofiters!
El boxeo está teniendo una increíble acogida, estando cada vez más presente en el fitness y no solo como un deporte de contacto. Poco a poco, este deporte olímpico se está abriendo a todos los públicos, pudiendo encontrar muchas nuevas variantes y estilos según los gustos.
Nuestro compañero Rodrigo, de la Boutique Fullboxing, nos trae las claves para conocer mejor el por qué deberíamos probar este deporte.
Un deporte con infinitas utilidades
Que el boxeo haya tenido una acogida tan grande entre los aficionados al deporte se debe en parte a las muchísimas utilidades físicas, mentales y sociales que le acompañan.
El boxeo y la coordinación van juntos de la mano, siendo un gran estimulador neuronal, que obliga a coordinar brazos piernas y equilibrio en todos los movimientos. Movimientos que un día parecen imposibles a los meses son intuitivos. Este mejor control también nos ayudará a prevenir muchas lesiones.
La potencia es otro de los ejes, donde buscamos el movimiento perfecto para poder aplicar la máxima intensidad. Bien complementado puede ser un gran aliado incluso para la hipertrofia y la fuerza máxima. No debemos olvidar que estamos aprendiendo a defendernos, y poco a poco todo el mundo comienza a ganar seguridad y tranquilidad.
Ahora vamos con un tema candente y es que para ayudar a definir puede ser un gran pilar. El boxeo es un deporte en el que gastamos muchísimas calorías y que es divertido al mismo tiempo. Te podemos asegurar que una clase se te va a hacer corta, pero también que superarás tus límites.
Su fuerte componente social
Los vínculos sociales también son un elemento importante de este deporte. Podríamos decir que el boxeo es un deporte de equipo. ¿Qué haríamos sin nuestros compañeros, sin nuestro entrenador? . Serás tan bueno como tus compañeros te hagan ser.
El boxeo enseña a respetar. Dentro del ring no hay estatus sociales. No importa la cuantía de tu nómina, como tampoco importa si vas en coche o en bicicleta a entrenar.
Algunos de los golpeos básicos
- Jab o directo de izquierda: consiste en efectuar un golpe con la mano izquierda (si somos diestros) extendiendo el codo rápidamente de forma paralela al suelo, y retrayéndolo a su posición inicial de forma rápida.
- Cross o directo: similar al jab, el golpe se efectúa desde atrás (si somos diestros, nuestra pierna derecha debe quedar detrás). Al mismo tiempo que extendemos el brazo para golpear transferimos el peso desde la pierna de atrás a la de delante, rotando la cadera.
- Crochet: se efectúa habitualmente con la mano derecha y es un golpe lateral dirigido a la cabeza o riñones del contrincante.
¡A boxear se ha dicho, Yoofiters!